martes, 10 de septiembre de 2019


¿Se puede amar a dos personas a la vez?





Muchas personas se preguntan si es posible querer a dos personas a la vez.Yo no quiero dar una respuesta simple de entrada, sino invitar al lector a razonar conmigo, a ver si llegamos a una conclusión de una manera sistemática, y con base en los conocimientos psicológicos.
Para lograrlo, es necesario que pongamos la pregunta en contexto de dos maneras. Primero, hay que describir las etapas en la vida de una relación de pareja, porque la respuesta puede ser diferente para cada etapa.
Y segundo, es necesario que definamos los elementos que constituyen el amor romántico, para poder distinguir con claridad los conceptos.

Las Etapas en la Vida de una Relación de Pareja

Cada etapa en la vida pareja tiene una dinámica y unas posibilidades diferentes. Visto en un contexto de largo plazo, existe una etapa inicial y tres etapas subsiguientes en la vida de una pareja.

El encantamiento es solo el comienzo

La primera etapa es la del encantamiento, en la cual hay enamoramiento y obsesión, usualmente acompañado de tensión y ansiedad. El proceso de sentirse ansiosos y vulnerables, hasta que el otro responde, es el primer elemento del amor.
La ansiedad y la vulnerabilidad crean la necesidad de consuelo y de encontrar la seguridad uno en el otro. Creo que no hace falta abundar mucho en la descripción de esta etapa porque a todos nos es muy familiar.

La vinculación formal

La segunda etapa se llama vinculación formal. Muchas relaciones fracasan cuando llega el momento de comprometerse explícitamente, que muchas veces toma la forma de expresar el deseo de matrimonio o de permanencia.
La simple cohabitación no conlleva el compromiso. De hecho, las parejas que cohabitan sin compromiso formal tienen, estadísticamente, mayor probabilidad de divorciarse si llegan a casarse.

Y entonces aparecen los hijos

La tercera etapa es la paternidad. La calidad de la relación puede sentirse disminuida con la paternidad. Menos dinero, menos horas de sueño, más tareas y más conflictos sobre cómo ser padres. Sobre todo, menos tiempo para la intimidad y las relaciones sexuales, y frecuentemente menos libido en la mujer.
Como es de esperarse, los padres que peor llevan la paternidad son los que sufren de inseguridad en su estilo de querer y dejarse querer, como veremos en seguida.
Las parejas de apego seguro no son inmunes a las dificultades de las transiciones, pero las manejan mejor, porque tienen más fe en su pareja y en la capacidad de adaptarse a nuevas circunstancias.

El amor maduro

Finalmente, la cuarta etapa es la del amor maduro. Un vínculo seguro facilita las transiciones que vienen con la edad, como la partida de los hijos, la jubilación y el envejecimiento.
A veces, cuando se van los hijos de casa, se exponen y salen a flote problemas y brechas latentes en la relación marital. Este nuevo tipo de estrés puede aumentar la propensión a buscar consuelo fuera de la relación y abrirse a la posibilidad de un encantamiento.

Los Elementos que Constituyen el Amor

El amor de pareja tiene tres elementos: el encantamiento o enamoramiento, la conexión emocional y el compromiso.
De estos tres elementos conocemos bastante bien el primero y el tercero, pero el segundo suele estar envuelto en el misterio, a pesar de que es el factor clave para responder la pregunta que nos hemos planteado. Por eso he juzgado necesario entrar a describir brevemente el concepto de apego emocional en la relación de pareja.

Los estilos de apego: clave para comprender la relación de pareja

Todos aprendemos un determinado estilo de apego muy temprano en la vida, quizá antes de tener uso de razón, de acuerdo con la experiencia de apego que tuvimos con nuestros padres o cuidadores primarios.
Algunas personas desarrollan un estilo de apego seguro: aprendieron a confiar en que son dignos de ser amados por sus seres más cercanos y a querer sin inseguridades.

Estas personas tienen alta probabilidad de éxito en su relación de pareja, porque han aprendido a identificar, expresar y gestionar adecuadamente sus emociones en sus relaciones íntimas. Sin embargo, la mayoría hemos desarrollado estilos imperfectos e inseguros de amar.
Esa inseguridad viene en dos sabores: inseguridad ansiosa e inseguridad evasiva. 
La inseguridad, en cualquiera de sus formas, obstaculiza tanto la solidez del compromiso como la profundidad en la conexión emocional.
La forma de terapia de pareja que practico  ̶ terapia focalizada en emociones ̶  busca disminuir la inseguridad en el apego mutuo de la pareja y construir una relación más segura, mediante el fomento de la conexión emocional profunda.
Cuando ésta existe, las personas se vuelven diestras en identificar sus emociones más profundas y en compartirlas con su pareja, lo cual va solidificando la relación y abre insospechadas posibilidades de felicidad y satisfacción.
La seguridad en el apego a nuestra pareja, con la consiguiente profundidad en la conexión emocional, es un antídoto muy eficaz contra los encantamientos fuera de la relación.
Estos posibles encantamientos ya no se ven como algo atractivo ni como fuente de posible felicidad. Por el contrario, cuando la pareja carece de conexión emocional profunda, las personas son más vulnerables a la ilusión de buscar fuera de la relación de pareja el consuelo y la conexión que echan en falta.
El matrimonio o la vinculación formal, que caracteriza la segunda etapa, facilita el total compromiso emocional, porque formaliza la transferencia del apego de la familia de origen al cónyuge, y porque calma la ansiedad propia del encantamiento.
Se echan las bases para un compromiso efectivo de largo plazo. Los estudios muestran que en los primeros años la satisfacción tiende a empeorar y la seguridad tiende a mejorar. Los estudios también encuentran que mientras más inseguro es el apego más corta la relación y mayor la probabilidad de divorcio.

¿Se Puede o No se Puede Querer a Dos Personas a la Vez?

Habiendo entendido las etapas y los elementos del amor de pareja, hemos echado las bases para responder la pregunta que plantea el título de este artículo.
Podemos afirmar que no es posible vivir en verdadero encantamiento con más de una persona, es decir, no puedo estar en la primera etapa de la vida de pareja simultáneamente con dos personas.
Sin embargo, el encantamiento es posible con una tercera persona en cualquiera de las etapas siguientes cuando la conexión emocional es débil o superficial, sea porque nunca existió o porque existió y se ha debilitado.
De la misma manera, podemos afirmar que es muy difícil que una persona caiga en un estado de encantamiento si la relación de pareja es segura y la conexión emocional es profunda. Los encantamientos pueden colarse en una relación de pareja que cojea, pero no en una relación fuerte.
Al igual que la relación de pareja es muy débil si no hay conexión emocional profunda, tampoco puede hablarse de verdadero amor de pareja sin compromiso.
El amor cuaja y se hace tangible cuando toma esa forma de conexión emocional profunda y duradera que los psicólogos llaman apego seguro.
El apego seguro es el fundamento de vida de pareja feliz y de una intensa vida sexual que no declina con los años. Cuando este apego seguro se combina con el compromiso, la relación de pareja se hace prácticamente invulnerable y los encantamientos no prosperan.
Me gusta pensar, en el contexto de mi propia relación con mi esposa de muchos años, que el encantamiento se conserva, quizá trasmutado en una especie de tranquilo sobresalto, similar al encantamiento inicial, y que podemos llamar encanto.
En conclusión, este encanto solo puede mantenerse si funcionan los otros elementos esenciales de la relación de pareja: el compromiso y la conexión emocional

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