jueves, 16 de mayo de 2019

El Pensamiento Positivo se Aprende de los Padres.


La importancia de tener un comportamiento positivo ya está incluida  en los niños a una edad temprana pero la capacidad de movilizar este recurso también en las situaciones de dificultad depende mas del Pensamiento Positivo de los padres que del caracter/temperamento del niño. Los pequeños comprenden ya a los 5 años que se sienten bien despues de haber tenido pensamientos positivos, pero tienen mas dificultad para entender como el pensamiento positivo puede levantar el ánimo cuando se esta envuelto en situaciones negativas como ,por ejemplo, caerse y hacerse daño. En estas situaciones, el nivel de optimismo y de esperanza de los padres tiene un papel significativo en la capacidad del niño para entender el poder del pensamiento positivo. 

Que el “Pensamiento Positivo” será de ayuda para sentirse mejor los comprenden ya los niños en la Guardería podrá no sorprender. Lo que es menos obvio es la capacidad del niño de asumir un pensamiento positivo también en las situaciones que sean difíciles, mas que su caracter, la actitud hacia la vida y la capacidad de pensar en positivo de sus padres.
Para abordarlo ha estado un estudio conducido por investigadores de la Jacksonville University y de la Universidad de California en Davis (California), que lo presentan en un articulo publicado en “Child Development”.
En el estudio, los investigadores han analizado 90 niños de edades comprendidas entre 5 y 10 años. Los niños escuchaban 6 historias en las cuales dos personajes probaban una emoción después de haber experimentado algo positivo (recibir un juguete nuevo), negativo ( derramar el jugo) o ambiguo ( ver televisión). Después de cada experiencia, un personaje tenía un pensamiento optimista, señalando el hecho de manera positiva, mientras el otro tenía un pensamiento pesimista, poniendo el hecho de forma negativa. Los investigadores, en este punto, preguntaron a los niños para que juzgaran las emociones de cada personaje y para proporcionar una explicación para esas emociones. En debates anteriores, los investigadores valoraron cuidadosamente el nivel de optimismo y esperanza de cada niño y de sus padres.
Ya a los 5 años los niños entienden que las personas se sienten mejor después de haber tenido pensamientos positivos que después de haber tenido pensamientos negativos, y demostraron también para comprender la importancia de haber pensado positivamente en situaciones ambiguas, una compresión, esta última que se vuelve mas profunda con el aumento de la edad.
Los niños muestran en cambio una mayor dificultad para comprender como el pensamiento positivo puede levantar el animo de alguien que  está involucrado en una situación negativa, como, por ejemplo, caerse y hacerse daño. En estas situaciones, el nivel de optimismo y de esperanza del niño tiene un papel significativo en la capacidad de comprender el poder del pensamiento positivo, pero claramente mas grande lo tiene el comportamiento de los padres.
” Además de la edad , el más fuerte predictor de la comprensión por parte de los niños de los beneficios del pensamiento positivo, no es el nivel de de esperanza y de optimismo del niño mismo, sino el de sus padres”, explica  Christi Bamford que ha conducido el estudio.
Los resultados, señala Bamford, subrayando el papel de los padres en ayudar a los niños a aprender a utilizar el pensamiento positivo para sentirse mejor cuando las cosas se compliquen.

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