Segunda Fase: Evaluación de la AutoImagen
Una vez que se ha conseguido llegar a un autojuicio lo más completo y exacto posible, precisa responder a una segunda cuestión, más difícil: ¿Cuánto valgo?.Parecería que un tal valor resultaría de la simple suma algebraica de las aptitudes y defectos, mas no es así, porque unas y otras se desarrollan en vectores heterogéneos y que no pueden ser validados. Además, el auténtico valor de un ser humano no depende de lo que es capaz de hacer sino de lo que ha hechoy de lo que está haciendo con esas capacidades.Podríamos escribir la siguiente verdad: Valer = Ser + Hacer. Pero también esto sería ser simplificar excesivamente el problema, pues el hacer no depende exclusivamente del Ser sino de las circunstancias ambientales (familiares, educativas, económicas etc.). Por todo ello, no es una fórmula fríamanete matemática la que permitirá llegar al concepto del propio valor, sino, más bien, una integración psicológica que, para ser justa, habrá de ser hecho por el mayor número posible de personas que conzcan la historia individual y la confronten con los datos de sus disposiciones naturales de reacción.
Si esto no es posible siempre, cuando menos es factible intentar una evaluación aproximada, a base de hace el inventario de las realizaciones personales en los diversos campos de la vida cultural, profesional, social y ética. Ese balance de las "gestas"-buenas y malas, provechosas y adversas, acertadas y erróneas- se escribe en variashojas grandes, sintéticamente, a doble entrada, con anotación cronológica. Terminada la enumeración de las mismas es más facil concederles una ponderación- de acuerdo con una escala de 1 a 5- y llegar a una conclusión provisional acerca del valor medio y de las desviaciones morales específicas de la personalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario